Presentaciones

Presentación Edna Campos

En el año 23 de la era del Macabro, se encarna el Animus Macabro para iluminar las pantallas cinematográficas con las mejores pesadillas, miedos y monstruos en clave de animación oscura, que nos dio la oportunidad de reunir a diversos artistas entre los que destaca Pedro Rivero, el irónico codirector y coguionista de Psiconautas, los niños olvidados, ganadora de Macabro hace algunas ediciones. Veremos un panorama de animación oscura representada por largometrajes contemporáneos que forman parte de nuestras distintas secciones, entre los que se encuentran: La otra forma, The Timekeepers of Eternity, Lost Dolls y Pastacolypse; y el Animacabro especial, con una colección de cortometrajes animados por los nuevos maestros del género en el mundo y nuestro país, quienes dialogarán sobre los retos de la animación dentro del género y el advenimiento de las nuevas tecnologías.

Veintitrés años de Macabro, tiempo durante el cual hemos visto crecer a una generación de cineastas que ahora son parte del nuevo panteón del género. Nombres como el de Lex Ortega, quien este año es foco principal del México Macabro que reconoce la visión de un director, guionista y diseñador sonoro a través de la exhibición de su historia fílmica.

Hace veintitrés años se trataba de ver películas extrañas y perturbadoras en una sala de cine. Ahora, en un momento en que cambian los paradigmas tanto de exhibición como de visionado, hay quienes cuestionan la existencia y la continuidad de los festivales de cine, si todavía hay un público para ellos – especialmente ante una generación que, al parecer, tiene en Tik-Tok y en las series su universo audiovisual -; si podrán sobrevivir a la falta de apoyo económico así como a los cambios en las políticas públicas y culturales en el mundo, al caos y a la incertidumbre.

Mientras tengamos películas que exploren espacios simbólicos como Lost Dolls, que subviertan los cánones del género como Continente o Chainsaws were singing, que exploren la historia y los mitos del folklore latinoamericano como Chuzalongo, que nos hablan de otros universos y multiversos como The Paragorn, que nos diviertan con gatos reencarnados en humanos como en 7 vidas y con el policía badass y ciego de Blind Cop 2; que nos muestren reflexiones existenciales en clave fantástica como Pink City, Mushrooms y Daughter of the sun; que nos hagan recordar a los maestros del género como Roger Corman y a esperar el retorno de un demonio hambriento, continuaremos haciendo de nuestro ritual anual una celebración del cine de horror y fantástico, que involucra al público, medios de comunicación, la comunidad cinematográfica, preguntas y respuestas con invitados, clases magistrales, actividades de industria, estrenos, retrospectivas y homenajes. Seguiremos disfrutando de la experiencia cinematográfica en comunidad y siendo un faro en medio de la oscuridad.

Veintitrés años después se sigue tratando de ver películas raras y perturbadoras en una sala de cine.

Edna Campos Tenorio, directora y fundadora.

Presentación Carlos Meléndez

En una época que ahora parece distante, los amantes de lo bizarro y lo extraño deambulábamos por los pasillos polvorientos de los mercados, buscando entre las vendimias de DVD aquellas películas prohibidas que prometían estremecer nuestros sentidos con historias extrañas y grotescas. Eran días en que nos sumergíamos en narrativas oscuras que perturbaban nuestras almas. Directores malditos, cuyas obras desterradas ofrecían un vistazo a mundos retorcidos y llevaban nuestras mentes a los extremos de la imaginación y lo fantástico. En esos momentos, cada hallazgo era una puerta abierta a lo desconocido, una invitación a explorar los rincones más sombríos y fascinantes del arte y la ficción. Ahí, entre susurros clandestinos se propagaba el rumor de un santuario para nosotros: un festival cuyo corazón latía al ritmo de lo anormal, lo macabro.

Fue en 2004 cuando tuve mi primer encuentro con el festival. Era apenas un joven aspirante a director de cine, con una mente hambrienta de historias de terror y narrativas distintas. Desde el primer momento, el festival Macabro se convirtió en mi hogar, un lugar que sembró en mí una semilla de inquietud y una atracción irresistible hacia lo oscuro, alimentando mi curiosidad con retrospectivas, homenajes, invitados y cintas representativas de todas partes del mundo. Así, cada edición se convirtió en una academia que me inspiró a realizar mi propio trabajo y lograr exhibirlo como parte del festival.

Macabro es más que una exhibición de cine de género; es un ritual, una invocación a las fuerzas más oscuras de la imaginación. Aquí, cineastas y aficionados emergen de las tinieblas, inspirados por una atmósfera que solo el festival puede ofrecer. Es un caldero burbujeante de ideas y colaboraciones donde las pesadillas cobran forma y los futuros maestros del terror encuentran su voz.

Edna Campos, con su visión y dedicación, se ha convertido en la Gran Sacerdotisa de muchos de nosotros, guiándonos a través de los laberintos del miedo y la fantasía, abriéndonos la puerta a formar parte de una comunidad que se expande cada año.

Macabro celebra más que el cine de género; invita a crear lo inconcebible y a dar vida a los monstruos que acechan nuestras pesadillas. Es un pacto tácito con las fuerzas de la oscuridad, un compromiso con lo extraño que une a todos los que se atreven a cruzar sus puertas.

Bienvenidos a Macabro 2024, donde las sombras cobran vida, los gritos resuenan y los corazones palpitan a un ritmo infernal. Esto es más que un festival; es una puerta a lo desconocido, un lugar donde el horror florece, donde celebramos lo anormal y donde los cineastas de género encontramos nuestro verdadero hogar.

Carlos Meléndez, director y guionista